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Huevos rellenos, el mejor aperitivo cuando necesitamos improvisar

Por un escritor de hombre misterioso

Aunque adopta diferentes nombres según el país y los ingredientes (deviled eggs, huevos mimosa, huevos rusos), son una receta casi, casi universal
¿Viejunos? No, eternos y socorridos. Los huevos rellenos se mantienen como la mejor arma secreta en aquellas comidas o cenas que necesitas multiplicar los panes y los peces. Una receta fácil, rápida, que gusta a todos y requiere de ingredientes que seguro que ya tienes en la despensa. Lo mejor es que te permite cocinar otros platos a la vez. Aunque se asocien con los ochentas, en realidad han formado parte de diferentes cocinas del mundo a lo largo de la historia. En nuestra península, por ejemplo, en la época del Al-Andalus ya se preparaban unos huevos de corte similar. El auge moderno de los huevos rellenos con salsa mayonesa o bechamel en el siglo XX se lo debemos a recetarios americanos como The Boston Cooking School Cook Book de Fannie Farmer (1896), así como a su omnipresencia en las páginas de recetas en la prensa. Primero se convirtió en un plato indispensable en los picnics y de ahí pasó a las encimeras domésticas. Si lleva pimentón, reciben el nombre de deviled eggs (huevos endemoniados); si su relleno es ensaladilla rusa, son huevos rusos; y si solo llevan mayonesa, pepinillo (o algún encurtido) y hierbas aromáticas, son huevos mimosa, en referencia al árbol que florece en febrero. Por cierto, los huevos mimosas, en origen, llevaban paté en la mezcla. Estos tres son los huevos rellenos más conocidos, pero es una preparación universal que emplea diferentes ingredientes según el país.